A menudo, cada día de convivencia con nuestra mascota podemos realizar observaciones y estar atentos a cambios sustanciales, que nos puedan permitir interpretar algunos de los signos y cambios, tanto fisiológicos como de sus hábitos. Apreciar estas modificaciones puede ayudar a tomar a tiempo un tratamiento efectivo contra algún tipo de tumor o cáncer.
Signos palpables de los tumores.
- Aumento de ganglios, inflamaciones anómalas, placas en la piel con crecimiento descontrolado.
- Masas en cavidad oral, glándulas mamarias, testículos, zonas de vacunación, aumento del diámetro del abdomen.
- Heridas o úlceras que no cicatrizan (especialmente en animales de capa blanca)
Cambios fisiológicos alarmantes
- Pérdida de peso, caquexia (delgadez extrema).
- Mucosas pálidas, ictericia (color amarillento de los ojos y orejas de su mascota), cojeras, cambios en el color de las mucosas.
- Aumento del diámetro del abdomen su mascota.
- Zonas de hemorragias espontáneas.
Cambios en la rutina habitual de la mascota
- Anorexia.
- Menor energía, menor tolerancia al ejercicio, dificultad respiratoria, toses.
- Problemas para comer, hipersalivación, regurgitación/vómito, cambios en la voz.
- Estornudos crónicos, descarga ocular crónica, descarga nasal unilateral.
- Problemas para orinar, sangre en orina.
- Diarrea, tenesmo, estreñimiento, sangre en heces, cambios en la forma de las heces.
- Cojeras, dolor articular/al moverse, dudas a la hora de hacer ejercicio.
- Bebe y orina más de lo habitual.
- Síncope, dificultad respiratoria.
- Debilidad, alteraciones en la marcha, dolor.