Los fibrosarcomas han sido reconocidos como tumores difíciles y profundamente arraigados a los gatos por muy largo tiempo. El fibrosarcoma es un tumor que normalmente no se disemina por el cuerpo de la manera en la que nosotros pensamos normalmente sobre el cáncer; sino que, aparece profunda y aleatoriamente en un área localizada. Después de la resección quirúrgica, es notoria su recidiva incluso más agresivamente que al principio.
Estos tumores pueden aparecer espontáneamente tanto en perros como en gatos, como cualquier cáncer, o pueden ser viralmente inducidos en el gato a través del virus del sarcoma felino. Mientras espontaneos y virales fibrosarcomas han sido descritos por décadas, el potencial de las vacunas para producir la formación de estos tumores es un concepto relativamente nuevo. Sigue habiendo preguntas sin contestar sobre cómo se produce, el papel de las vacunas, que vacunas han estado implicadas y como de serios son los riesgos realmente. Lo que sabemos es:
Cuando las leyes locales cambian para exigir la vacunación de la rabia en los gatos, la incidencia del fibrosarcoma aumenta en esa zona.
Las localizaciones más comunes para el fibrosarcoma son la zona entre los hombros, la zona lumbar y las extremidades posteriores (áreas normalmente utilizadas para vacunar en el pasado)
Los gatos Hawaianos tienen una reducida incidencia de fibrosarcomas (vacunaciones por rabia generalmente no se practican ya que la isla ha erradicado exitosamente la rabia). Los gatos Hawaianos SIGUEN teniendo fibrosarcomas. En este punto, las vacunas con virus muertos como la de la rabia y el virus de la leucemia felina han sido los principales implicados.
Los fibrosarcomas localizados en zonas comúnmente utilizadas para vacunar se muestran más agresivos o malignos que fibrosarcomas en otras zonas. Pensamos que esto significa que los tumores inducidos por vacunas son más malignos que los fibrosarcomas inducidos viral o espontáneamente.
La incidencia del fibrosarcoma es extremadamente rara en varios estudios que reportan una incidencia desde uno de 1000 hasta uno de 10,000 vacunaciones. Para poner esto en perspectiva, usando el protocolo de vacunación felina tradicional un gato recibiría tres vacunaciones anuales durante sus 15 años de esperanza de vida para un total de 45 vacunaciones, sin incluir las de cachorro.
Los perros son raramente afectados por este fenómeno que en su especie es considerado de insignificante relevancia. Los sarcomas inducidos por inyección se consideran únicamente un problema felino.
A pesar de la extremadamente baja incidencia de este problema, el problema sigue siendo serio y la profesión veterinaria ha respondido con numerosos estudios basados en cómo las vacunas podrían estar relacionadas con la formación del tumor, porqué la incidencia es tan baja vacunando tantas veces anualmente y que podemos hacer para prevenir.
¿Cómo podría la vacuna causar el cáncer?
Los virus muertos no estimulan el sistema inmune tanto como los virus vivos modificados pero hay excepciones para esta regla. Para facilitar la estimulación inmune con un virus muerto, una sustancia conocida como “excipiente / ayudante ( adjuvant) “ es normalmente utilizada. Este material mantienen el virus en el área de vacunación por un par de semanas de tal manera que pueda ser liberado lentamente, permitiendo una estimulación inmune durante un largo periodo de tiempo. Este tipo de estimulación puede producir una inflamación local en el área de vacunación y una teoría es que esta inflamación es la que provoca los pre cancerígenos cambios en las células locales. En efecto, se han hallado “excipientes” vacúnales en el interior de algunos fibrosarcomas.
Aún así, los excipientes son diferentes entre manufacturaciones y una marca en particular no ha sido señalada como culpable. Los aspectos más marcados del desarrollo del tumor parecen ser su cronicidad, bajo grado de proceso inflamatorio (probablemente causado por el excipiente de la vacuna) y una predisposición genética a desarrollar tumores en respuesta a esa inflamación. Si la genética de los gatos es la razón para ello, la inyección “culpable” no seria necesariamente una vacuna; otros productos inyectables podrían provocar suficiente inflamamción como para generar un sarcoma aunque ciertamente ninguna medicación inyectable genera una inflamación comparable a la producida por el excipiente vacunal.
Esto puede llevar desde un corto período de tiempo como dos meses hasta uno largo como 10 años para desarrollar un sarcoma asociado al punto de inyección. Mientras que la mayoría de los tumores son fibrosarcomas, otros tipos de tumor que pueden desarrollarse por este fenómeno incluyen:
- Histiocitoma fibrinoso maligno
- Osteosarcoma
- Rhabdomiosarcoma
- Liposarcoma
- Condrosarcoma
- Sarcoma indiferenciado
Todos ellos son tumores de musculo, hueso, cartílago o grasa.
¿Debería de seguir vacunando a mi gato?
La respuesta sigue siendo un inequívoco SI. La incidencia de estos tumores es ascedentemente rara asociada a la incidencia de enfermedades contra las que vacunamos. Las vacunaciones siguen siendo uno de los más importantes aspectos del cuidado preventivo para los gatos pero ahora que la asociación entre vacuna-sarcoma ha sido reconocida, algunos cambios han sido hecho en la forma de vacunación de los mismos. Por ejemplo, las vacunaciones se realizan de distinta manera ahora. Utilizando en lugar del virus vivo atenuado o la opción de la vacuna muerta, ahora tenemos vacunas recombinantes, que permiten vacunar sin excipientes contra enfermedades como la rabia ý la leucemia felina. Estas son preferentemente utilizadas antes que las muertas con excipiente que han sido fuertemente implicadas en la formación del sarcoma. Algunas de estas vacunas son administradas sin agujas (tanto por la nariz como con un spray) para evitar crear un punto de inyección en musculo y piel. Las vacunas están divididas en vacunas imprescindibles, que todos los gatos deben tener independientemente de su forma de vida interior / exterior (rabia y FVRCP se consideran básicas), mientras que otras vacunas se administran en función del riesgo real de que el gato se exponga.
Para información general sobre vacunas recombinantes: http://purevax.us.merial.com/benefits.asp
Mirar la Guía de vacunación para gatos.
Consejos a seguir para prevenir el sarcoma asociado al punto de inyección
- Evitar vacunaciones innecesarias
- Tener cuidado con las recomendaciones de vacunación que animan a vacunar por cualquier posible enfermedad. Las recomendaciones son altamente regionales e individualizadas de acuerdo con la filosofía del centro veterinario, ya cada veterinario probablemente tendrá su criterio. Sin embargo, los protocolos establecidos por la American Veterinary Medical Association, American Association of Feline Practitioners, American Animal Hospital Association y la Vaccine Associated Task Force son un buen punto para empezar.
- Las vacunaciones deberían de ser inyectadas en áreas estandarizadas
- Esto no solo ayuda a la hora de establecer si el tumor esta asociado con una vacuna sino que también aleja la vacunación de la zona entre los hombros del gato dónde el gato solía ser vacunado varias veces en el pasado. Las pautas de vacunación aceptadas recomiendan la administración de vacunas en las zonas indicadas, usando las extremidades inferiores. Los gatos generalmente no aprecian esto y algunas veces no es posible. Las piernas son elegidas porque si un fibrosarcoma aparece en una pierna, la pierna puede ser amputada y el tumor permanentemente eliminado. Esto suena como una cirugía radical y así es; sin embargo, el fibrosarcoma es un tumor muy agresivo y maligno y extremas soluciones son generalmente necesarias para controlarlo.
- Se deberían establecer registros detallados del número de vacunaciones y tipos asi como del punto de vacunación. Esto también ayudaría
- Estar atento a la formación de cualquier bulto después de la vacunación. Los bultos que normalmente se forman en las semanas siguientes a la vacunación debidas a la estimulación inmunológica y la inflamación en el centro de este área. Estos bultos generalmente son normales y no representan un fibrosarcoma ( al cual generalmente le lleva años desarrollarse, no semanas). Si tu gato desarrolla uno de estos bultos debajo de la piel (suelen ser identificados por los dueños 3-4 semanas después de la vacunación), el bulto se resolverá por si solo de forma natural. Si el bulto permanece después de 3 meses desde la vacunación, debería de ser estirpado y biopsiado. Cualquier bulto mayor de 2cm de diámetro debería de ser eliminado sin importar cuanto tiempo ha pasado desde la vacunación, Tmabien, cualquier bulto debería de ser eliminado quirúrgicamente si se ve que aumenta de tamaño un mes después de su descubrimiento.
- Algunas veces un bulto se abre. Esto normalmente significa que hay una infección y debe ser tratada como tal antes que el desarrollo del fibrosarcoma. Tu veterinario deberá de ser informado de este suceso y el gato volver a consulta para el tratamiento.
Tratamiento para el SAPI
Fibrosacormas asociados al punto de vacunación han demostrado ser más resistentes al tratamiento que los fibrosarcomas que se forman de forma espontánea. La cirugía es el principal pilar del tratamiento y generalmente implica una amplia escisión en un intento de eliminar completamente el tumor. Radiación y/o quimioterapia son normalmente usados como tratamientos suplementarios. El estudio del SAPI se ha desarrollado en la última década ha demostrado que es necesaria una cirugía muy agresiva para prevenir la recidiva. Algunos veterinarios no se sienten cómodos tratando estos casos, en este caso usted y su veterinario deberán discutir si la remisión del caso a un especialista es la mejor opción para su mascota.